miércoles, 31 de diciembre de 2014

¡Adiós a los años viejos!




Pensé coger los años que pasaron
-este último sin ir más lejos-
y buscar un lugar alejado para olvidarlos
pensé echarlos a la mar -que es el morir-
pero quedarían flotando las miradas sin rumbo
las palabras desordenadas que no dicen nada
los silencios mojados condenados a hundirse
las olas de indiferencia y odio
pensé meterlos en cajas y enterrarlos
con coronas de flores y frases de despedida
para poder decir adiós al dolor que esconden
pero mis lágrimas hincharían la madera
y las penas se filtrarían entre las rendijas
pensé quemarlos y convertirlos en ceniza
pero el humo esparciría mis instantes
las chispas de incomprensión prenderían
y habría nubes negras de desamor
y me lloverían de nuevo los silencios 
pensé hacer un muro de hormigón y piedras
y dejar tras él el desconcierto y la impotencia
correr sin mirar atrás y entonces
chocaría con otro y otros muros
y ya no podría caminar más
al final pensé en dejarlos en papel escrito
con estrofas y versos y entrelazar alguna risa
alguna voz que me nombraba y me decía
algún abrazo furtivo dejarlo entre las letras
y así en un cuento tal vez me olvidaría
pero son tantos los segundos que me ahogan
tantos los momentos que me hieren
tanta y tanta la memoria que se agolpa
que me invade la melancolía
¡y no sé si podré algún día deshacerme de ellos!
¡Mis mejores deseos para este nuevo año!

domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Quién tomará la vez?

No quisiera pensar que he fracasado
que lancé mis naves sin rumbo al infinito
y que mil galernas en la noche
desbarataron velas y arrancaron paquebotes
y que a la merced del viento quedaron sentimientos
que se zarandean náufragos
perdidos en esa mar que aparece enfurecida
Lancé mis horas a ese terrible vendaval
y ahora encuentro los restos que dejaron esparcidos
en esa orilla que ahora amanece tranquila
pero que engulló mis primaveras
y que convirtió en arena los anhelos de mis días.
¿Quién rehará los años que arrastraron?
¿Quién tomará la vez sin el dolor de la derrota?
¿Quién me acompañará mi otoño
preludio del invierno que me espera?
¿Quién tomará la vez?


Quién pudiera...



Quién pudiera...
recuperar mis días
cogerte la mano y caminar sin tiempo
y ver a tu lado la emoción que espera
Quién pudiera...
mirar en tus ojos el despertar del mundo
pensar sin el tiempo que empuja
sin la lluvia que moja que empapa y que hiela
Quién pudiera...
reseguir tus pasos y recuperar fuerzas
congelar instantes de emociones primeras
abrazos de ternuras que envuelven y llenan
Quién pudiera...
encontrar recodos y buscar veredas
con tu voz al lado de preguntas llenas
de caminos y atajos que esculpí en la piedra
Quién pudiera...
convertir en hoy lo que fue un ayer
en el que sólo pude convertir en risas
mis mil y una penas
Quién pudiera...
escuchar mi nombre y tenerte cerca.