lunes, 5 de octubre de 2015

Amanecer de un día de otoño desde mi ventana.




La luz sale de pronto haciendo brillar las hojas
el mar ríe con carcajadas de espuma y la arena duerme
las nubes resplandecen con sus vestidos nuevos
y los pájaros vuelan sus primeras acrobacias
se filtra el gris que aterciopela el cielo
las flores se esconden y la hierba se agita
resuena el agua que sabe a lejano lamento
y en el horizonte el viento parece asustar al mar
las olas rompen veloces en una acompasada danza
las gaviotas planean impacientes y las palomas miran
los árboles se mecen dejando ráfagas de hojas
y la bruma va engullendo los restos del paisaje

domingo, 26 de julio de 2015

Mis manos




Miro mis manos y no recuerdo otras
no recuerdo cuándo ni cómo crecieron
ni el tiempo en que aprendí a verlas
pero sé que han acariciado y sentido instantes
fugaces tal vez

contemplo sus venas y pienso
cómo serán mañana y que otras pieles le esperan
si superarán el vacío
si con la soledad a cuestas todavía sabrán
o aprenderán a estar quietas

siento mis dedos recorrer rincones
señalar sin miedo y moverse ausentes buscando
una mano o un gesto
un cuerpo que lata al amor que espera
sin nada y sin nadie

las dirijo a tientas y rozo las teclas
las letras las siguen se mueven atentas
se callan a fuerza de silencios rotos
de voces a medias que ya nada dicen
que se alejan y dejan

se mueven alegres resiguiendo notas
se alzan se agitan convierten el puño en una protesta
pero ya nadie oye ni siente ni corre
y queda la mano esperando otra
otra que ya nunca llega








miércoles, 1 de julio de 2015

A dónde irán nuestros pasos.


Nos iremos sin saber qué vida habitará otros mundos
qué avances deparará la ciencia, si se vencerá el cáncer 
si seguirán los humanos poblando la tierra
cuantos decimales tendrá el número Pi

No podremos saber qué pasará con el planeta Tierra
si La Via Láctea chocará con Andromeda
ni tan siquiera sabremos de aquel árbol que plantamos
ni qué se hizo de aquel libro que dejamos a medias

Se acabó la emoción primera, esa que dura hasta que la piel
marchita y las voces se oyen lejanas y la vista se cubre de niebla
pero llegarán otras con la calma del mar que deshace la arena
con el viento que anuncia una estación nueva

No volveremos a pisar con fuerza
ni brillarán nuestros ojos con la ilusión de ayer
ni enarbolaremos banderas de paraísos ausentes
con la esperanza puesta en que la razón triunfe

Quizás es la hora del papel y el lápiz con el que empezamos
de recuperar cuadernos y fotos, las palabras dichas
las playas, las casas, los caminos, las calles con gente en la puerta
los amigos ausentes, los que se quedaron y aún nos esperan

Tal vez es momento de mirar al lado y de recuperar fuerzas
de olvidar los retos que para otros quedan
de seguir erguidos aunque el desánimo circule en las venas
que nunca nos venzan, con gesto o con tinta, seguir siempre alerta

miércoles, 3 de junio de 2015

Enyor.




Sento el dolor que esclata a dins meu 
com un volcà 
veient encara l'espurna dels teus ulls 
com una lluna platejada lluent al fons del mar

resten estrelles mirant-nos en el cel
i veig aquella onada de escuma blanca
que em porta a tu una i altre vegada
amb la petxina buida i la sal als llavis

mai ens direm adéu i a la foscor del somni
descobriré amagatalls que només seran
per tu i per mi en llocs sense paraules
on el batec del cor em dirà on t'amagues

Añoranza.

Siento el dolor que explota en mi interior como un volcán
viendo todavía la chispa de tus ojos
como una luna plateada luciendo en el fondo del mar

quedan estrellas mirándonos en el cielo
y veo aquella ola de espuma blanca
que me lleva a ti una y otra vez
con la concha vacía y la sal en los labios

nunca nos diremos adiós y en la oscuridad del sueño
descubriré escondites que solamente serán
para ti y para mí en un lugar sin palabras

dónde el latido del corazón me dirá dónde estás

domingo, 25 de enero de 2015

Tal vez algún día recuerden mi nombre.




Miro el paisaje y el mar hoy en calma
y veo sus gestos y recuerdo sus nombres
sus letras deslavazadas que aún dicen
observo de cerca la línea de sus rostros
aunque el tiempo las desdibuje y borre
y todavía guarde el sabor de sus besos

Siento el viento que bambolea las hojas
mis pies desbaratan la alfombra
que tejen las ramas y los frutos caídos
y se alzan sus esqueletos escuálidos
hasta caer exánimes y conformados
revoloteando antes su danza de muerte

Ya no oigo sus voces ni siento sus manos
el agua me llega rozándome orillas
una caracola surge medio hundida
y escucho su eco de porqués de silencios
de recuerdos y ausencias de infancias lejanas
de amores arrancancados a corazón abierto

Me llegan tormentas y lluvias que mojan
el viento me hiela y deja mi piel hecha tiras
aunque no haya adioses ni besos ni abrazos
aunque no recuerden canciones ni juegos
aunque en el olvido se entierre mi nombre
y nadie me sepa ni oiga ni escuche

Tras el otoño nacerán primaveras
y crecerán de nuevo en las ramas brotes
surgirán alegres las pequeñas hojas
en aquellas desiertas y frías
se abrirán las flores y de nuevo un día
caerán en veredas y tapizarán caminos

No pisaré esas hojas no andaré esas sendas
no arrastraré mis pies levantando ese polvo
ni cogeré más ramas para hacer jarrones
ni flores de olores que ambienten mi casa
pero si ellos huelen si ven y les llega el aroma
si miran instantes de manos cogidas

Tal vez algún día en el viento o en la lluvia
en la hoja que cae en la flor que se abre
en el cielo que miran con estrellas y luna
en la tierra que pisan con las piedras y aristas
en las olas de ese mar que conmigo supieron
encuentren mi nombre aquel que olvidaron