domingo, 31 de enero de 2016

Crepúsculo.







Corre el tiempo veloz y sin apenas fuerza
se escapan los instantes
sin recodos
desnudas las riberas de juncos y de flores
las ramas secas 
navegan silenciosas
dejando atrás las tormentas y los días
se varan en la orilla los recuerdos
que afloran de otros tiempos
se arremolinan las hojas
que ahora engullen sin piedad
los remolinos
y se reposan las aguas
que bajaron turbulentas
no hay troncos a los que asirse
ni matorrales ni piedras
solo arena que rellena los meandros
y ese fango que enturbia las orillas
de ese cauce que cansado
y dolorido solo espera
ese mar que le da la bienvenida
Olimpia.

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