viernes, 27 de julio de 2018

La frágil memoria no sabe de muertos.





Se escondió el horizonte 
que dibujaban tus brazos
me envolvió tu lluvia de silencios
de bocas sin risas de recuerdos sin dueño

Las nubes se acercan con su gris cargamento
de reproches sin voz 
de palabras sin gestos
y suena mi llanto al son de los truenos

El viento zarandea mis ramas 
y se lleva las hojas
me arranca de cuajo las cuatro raíces 
que todavía quedaban 

Se ahondan mis surcos se crispan mis manos
contra esa amnesia pausada y lenta que lo engulle todo
no sirven caminos
no sirven razones ni cariño ni esfuerzos 

Una gruesa fosa enterrará mi historia
se olvidará mi nombre 

La frágil memoria no sabe de muertos