que dibujaban tus brazos
me envolvió tu lluvia de silencios
de bocas sin risas de recuerdos sin dueño
Las nubes se acercan con su gris cargamento
de reproches sin voz
de palabras sin gestos
y suena mi llanto al son de los truenos
El viento zarandea mis ramas
y se lleva las hojas
me arranca de cuajo las cuatro raíces
que todavía quedaban
Se ahondan mis surcos se crispan mis manos
contra esa amnesia pausada y lenta que lo engulle todo
no sirven caminos
no sirven razones ni cariño ni esfuerzos
Una gruesa fosa enterrará mi historia
se olvidará mi nombre
La frágil memoria no sabe de muertos
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