jueves, 27 de agosto de 2020

La estación sin nombre.


Como las mañanas todas que amanecen solitarias,
con las manos vacías en las que resbala el tiempo, con miradas ausentes que hablan de ayeres lejanos, de barcos hundidos entre la niebla y el humo, de esa noche que espera paciente a que caigamos rendidos y pasemos cuentas de otro día con pena y sin gloria. Pienso cómo apearme en esa estación sin nombre y sentarme tranquila con el reloj sin horas, sin el pasado a cuestas, sin paisajes llenos de dolor ajeno.
Resbala la lágrima, otro día que empieza, otro día que acaba cansado de semblantes ajados a golpes de silencios cómplices.
Entre las sombras flotan abrazos perdidos que nunca se dieron,
besos que nunca llegaron, sin caricias, sin nada,
los muertos esperan.

sábado, 1 de agosto de 2020

Reflexiones.


Petición · Castigos por el abandono de padres ancianos/enfermos ...


No te fíes de lo que dicen que dicen, ni tan siquiera de lo que te dicen que hacen. No juzgues sin saber; las apariencias engañan. Fíate de lo que las personas hacen, valora su esfuerzo, sus circunstancias, no tus necesidades o tus prejuicios.
Dialoga y comprende. Intenta hablar el mismo lenguaje, a veces simplemente son conceptos iguales con tiempos distintos (el ser y el deber ser);opiniones distintas de una sola verdad.
Escucha y habla y, si hace falta, pregunta; que no hayan malentendidos. No dejes que la memoria fabrique muros que separen y aíslen, piensa que con el tiempo fraguan y después son casi imposibles de derrumbar. Piensa que no podremos volver atrás, ni recuperar el tiempo perdido, ni seguramente a las personas que nuestro silencio olvidó. Nunca sabremos lo que nos perdimos y ni el terrible dolor que les pudimos causar.